Disfrútala en su punto
Al estar elaborada exclusivamente con materias primas naturales, la Torta del Casar es un producto vivo y en constante evolución, que requiere unos pequeños cuidados.
Temperatura de mantenimiento
Una vez adquirida la Torta del Casar, manténgala en el frigorífico o en un lugar fresco y seco, que no supere los 12ºC. Nuestra climatología es muy variada y no existe un consejo único para toda la geografía. El momento óptimo de consumo es dentro de los 15 día siguientes a la adquisición. Pero si no va a consumirlo en ese plazo, la Torta del Casar puede ser congelada. y si la descongelación s se hace cuidadosamente, no tiene por qué resultar perjudicada.
Temperatura de consumo
Para disfrutar plenamente de las cualidades de textura, aroma y gusto, la Torta del Casar debe atemperarse de forma previa a su consumo, puesto que si se sirve fría no se podrán apreciar todas estas cualidades sensoriales. No existe un norma fija para ello, ya que nuestra climatología es muy amplia, por lo que en función de la temperatura ambiente del sitio de preparación o consumo deberá tener el queso fuera del frigorífico más o menos tiempo. También influye el tamaño del queso o la porción, pero de forma general deberá estar al menos media hora antes de su consumo.
La temperatura ideal de consumo está en torno a los 21ºC.
ATENCION: No utilice el microondas para calentar la Torta del Casar. Corre el riesgo de fundirlo y que así quede completamente estropeado. Si ha de atemperarlo más rápidamente, utilice una fuente de calor suave e indirecta.
Conservación
Una vez abierta, la Torta del Casar puede mantenerse en condiciones óptimas entre 15 y 20 días. A partir de ese tiempo puede ir oscureciéndose el color de la pasta y perdiendo cremosidad, aunque puede ganar en sabor.
Tápela con su propia corteza, o si esta está rota, cúbrala con un paño ligeramente humedecido, y vuelva a mantenerla bien en el frigorífico, bien en lugar seco y fresco.
Si además observa que se forma algo de moho en la corteza, no hay problema, límpielo con un trapo untado en un poco de aceite, y continúe con su consumo.